Emma González
Los conductores que pasen a partir de ahora por la Avenida del Infante Don Luis, en Boadilla del Monte, a más velocidad de la permitida notarán un badén. El Ayuntamiento ha instalado el Badén Inteligente de Velocidad (BIV), un dispositivo que resultará imperceptible para los que respeten los límites de velocidad o que aumentará de tamaño en caso contrario.
Para lograr este objetivo, el BIV contiene en su interior un líquido no newtoniano cuya función es mantenerse fluido cuando es alcanzado a velocidades bajas y hacerse sólido cuando la fuerza es mayor. El líquido se puede diseñar para que actúe a diferentes velocidades; en el caso de Boadilla del Monte, reaccionará a partir de los 30 kilómetros por hora.
El BIV está compuesto por una membrana protectora en la que se alberga un líquido no newtoniano, y un revestimiento de alta resistencia que soporta tanto el peso como los golpes que puede recibir en el tránsito de vehículos. Los materiales no son tóxicos ni contaminantes, son respetuosos con el medio ambiente y están diseñados para soportar vehículos pesados y cambios de temperatura.
Boadilla es el primer municipio de España en contar con este badén, presentado por el alcalde , Antonio González Terol, y el gerente de la empresa Badennova e inventor del BIV, José Antonio Aguilera. "En función de los resultados que arroje esta primera prueba, se decidirá la ubicación de otros badenes", aseguró el edil durante la presentación.
Las ventajas de este badén respecto al actual son numerosas. Al evitar el obstáculo si se circula a la velocidad permitida se reduce el riesgo de accidentes ante la frenada brusca al aproximarse a un badén. Además, se evitan lesiones en la espalda ocasionadas por los bruscos saltos y los numerosos cambios de altura de la vía por la que se circula y se disminuyen los daños ocasionados en el vehículo tanto en amortiguación como en piezas mecánicas ya que no sufriría ningún impacto.
Este badén también contamina menos, ya que hay una menor emisión de CO2 al mantenerse una velocidad continua, sin frenazos ni aceleraciones. Igualmente, y por la misma razón, se minimiza la contaminación acústica.
El diseño y utilidad del BIV han sido reconocidos con los premios de la Fundación para la Seguridad Vial, que le otorgó en 2010 el Premio Nacional de Seguridad Vial y el Premio a la Innovación en seguridad vial de la feria Intertraffic Amsterdam 2010.