Un labrador, Nemo, y dos pastores alemanes, Sacha y Tosca, una cachorra que está en periodo de entrenamiento, son los nuevos policías caninos de Pozuelo de Alarcón. Unos ayudantes que han sido adiestrados durante seis meses en la detección de estupefacientes.
Su función, la de Sacha y Nemo, hasta que Tosca esté preparada, será la de vigilar posibles puntos de menudeo de droga cercanos a centros escolares y parques, con el objetivo de “proteger, especialmente, a los menores en los espacios públicos que frecuentan”, apuntan fuentes municipales.
Los nuevos agentes han visitado esta mañana a la alcaldesa, Paloma Adrados. Con la incorporación de estos tres perros, el municipio pone en marcha su unidad canina que estará trabajando por las calles de Pozuelo junto a los agentes de la Policía municipal de Pozuelo.
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