Santo para la Iglesia, patrón para la Villa de Madrid y compañero para los agricultores. Isidro de Merlo y Quintana vivió bajo los parámetros de la humildad y el trabajo. Las primeras letras del libro de su vida se escribieron huérfano. Isidro tuvo que salir adelante con tan solo el esfuerzo, como única familia.
Madrid fue su cuidad, en la que nació y de la que también huyó cuando el rey de Marruecos, Alí, la atacó en 1110. Isidro se trasladó a Torrelaguna, donde continuó con sus mismas costumbres. En este lugar se casó con Santa María de la Cabeza. Juntos se trasladaron a Uceda, tierra de la jóven, para trabajar la tierra heredada.
La Iglesia Católica atribuye al Santo varios milagros, aunque el más importante es el conocido como `el del pozo´. Según explican las fuentes, “gracias a la oración, San Isidro pudo rescatar a su hijo de un pozo en el que las aguas subieron para que el pequeño pudiera salir”.
San Isidro fue beatificado por Paulo V el 14 de junio de 1619 y canonizado el 12 de marzo de 1622 por Gregorio XV.
El cargo de patrono de los agricultores se le concedió en 1960 por Juan XXIII. También es patrón de los Ingenieros Técnicos Agrícolas y de los Ingenieros Agrónomos.
Madrid y los labradores comparten a San Isidro como patrón. El 15 de mayo, tal día como hoy, la ciudad organiza una fiesta en torno a su figura. El Santo recorre las calles de la capital y se celebra una romería en la Pradera que lleva su nombre.
También uno de los festejos taurinos más importantes del mundo, la Feria de San Isidro.
San Isidro también es festejado en más rincones de España como Murcia, Andalucía y Extremadura, e incluso en otros lugares del mundo como Chile, Perú, México o Argentina.
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