Los futuros conductores visitan el 112

María Martínez de Mora

Parar cuando el semáforo se pone en rojo, ceder el paso y no exceder la velocidad permitida. Esas son algunas de las normas que los escolares de Pozuelo de Alarcón han tenido que aprender en el taller de Educación Vial del Centro de Emergencias 112.

De forma teórica y también práctica. Los pequeños se han convertido en conductores por un día y han dirigido un kart por un circuito instalado en la sede del 112. En cada esquina, una señal, y quien no la respetaba recibía una sanción de sus propios compañeros. “No puedes ir tan deprisa, está prohibido”, gritaba una de las alumnas.

Los niños, como peatones o como conductores, han aprendido las diferentes señales de tráfico, la importancia de respetar los semáforos y que “no cumplir puede ser peligroso”, como cuenta este niño. “Hay que seguir todas las normas para no tener accidentes”, añade.

Consciente de estos consejos, los escolares han añadido más pautas a su lista de seguridad vial. “Parar cada dos horas, ponerse el cinturón, que mi padre beba líquido con cafeína y que revise los neumáticos”, detalla otra futura conductora.

Todos se ven al volante el día de mañana, y son conscientes que para conseguirlo tienen que estudiar mucho y sobre todo, “respetar todas las normas”, gritan al unísono.  

Visita del consejero

El consejero de Presidencia, Salvador Victoria, y la alcaldesa de Pozuelo, Paloma Adrados, han compartido parte de la jornada con los alumnos. Ambos han montado en kart y han realizado el circuito instalado por el 112.

Victoria ha recordado a los alumnos los consejos básicos que debe seguir un buen conductor antes de salir de viaje.  “Revisar el vehículo, mirar el aceite y los neumáticos”, explica. “Y rellenar el agua de los limpiaparabrisas que en verano hay muchos mosquitos y se ensucia le cristal”, añade uno de los alumnos.  

El consejero ha señalado que este taller pretende que los escolares “se sienta implicados en que la conducción segura es una responsabilidad de todos y no solo de los adultos”. “Ellos son los encargados de trasladar el mensaje a sus mayores”, subraya.