Después de un largo camino, las 600 ovejas inquilinas del Monte de Boadilla ya están de nuevo en el Finca de Romanillos, el que será su hogar durante los próximos meses. Aquí pastarán y ayudarán al desbroce del terreno de forma natural con el objetivo de evitar el riesgo de incendio.
Los animales fueron recibidos por la Asociación Fiesta del Caballo de Boadilla, que incorporó varios caballos a la celebración, el alcalde, Antonio González Terol, y varios concejales de la Corporación Municipal.
Su llegada fue festejada con una comida campestre a cargo de la Asociación, que incluyó migas y otros productos tradicionales, y a la que fueron invitados los vecinos de la localidad.
Este es el tercer año consecutivo que se pone en marcha esta iniciativa que está dando muy buenos resultados en el municipio. Su objetivo es “utilizar a las ovejas como herramienta de prevención de incendios y al tiempo recuperar el sistema de pastoreo tradicional para mantener limpios los montes trasladando los rebaños a zonas donde previamente se han realizado labores de limpieza”, aseguran fuentes municipales. Este año como novedad el aprovechamiento del monte para el pasto ha sido adjudicado mediante el procedimiento de subasta pública.
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