Las Aleluyas vuelan por primera vez sin el autor de sus dibujos

María Martínez de Mora

Recuerdos en forma de estampas, algunas de colores y otras como la historia, en blanco y negro caen por el balcón de la plaza de la Coronación de Pozuelo. Es el momento en el que la procesión de la Virgen y del Cristo se encuentran en el camino y se inclinan para celebrar la Resurrección de Cristo.  Desde hace más de un siglo y medio, esta tradición, conocida como `Las Aleluyas´ se celebra en el municipio. Este año será la primera vez que `Las Aleluyas´ vuelen Tomás Gabán, autor de sus dibujos. Gabán ha dejado un legado de decenas de diseños de Pozuelo.

Los que iniciaron la tradición fueron la familia Becerril, y desde hace años, el testigo ha sido recogido por la Asociación Cultural La Poza. El diseño de las estampas ha ido acompasado con la evolución de los tiempos. Al principio, `Las Aleluyas´  eran pequeñas, de cartón y mostraban imágenes de santos. En los años 60, aumentaron su tamaño, pasaron a ser de seda y representaban los oficios más tradicionales de los madrileños y la vida de su patrón, San Isidro. Y en la actualidad, son los propios vecinos los que participan del dibujo y el motivo, con propuestas multicolores que muestran los lugares más emblemáticos de Pozuelo.

Los más pequeños del municipio aprovechan la tradición para coleccionar las estampas e intercambiarlas como si de “cromos se tratasen”. Los mayores también las conservan, incluso algunos de ellos tienen libros completos de estampas heredadas de sus familiares, con imágenes de hace más de 100 años.

Hoy, Domingo de Resurrección, las últimas Aleluyas de Tomás Gabán han volado por el cielo de Pozuelo de Alarcón, dejando claro, que en este municipio la tradición no se pierde con el paso del tiempo.