La ‘Quema de Judas’ pone fin a la Semana Santa majariega
En esta celebración, que tiene su origen antes de la Guerra Civil, los vecinos de Majadahonda echan a las llamas un muñeco de paja que representa a Judas Iscariote, el apostol que traiciono a Jesús. Con este gesto arrojan al fuego todos sus pecados.
Juan Castelblanque
Majadahonda finaliza la Semana Santa con la tradicional ‘Quema de Judas’, que este año tiene lugar tras la procesión del Santo Encuentro, recuperada tras 30 años de ausencia. Los vecinos de esta localidad, reunidos en la plaza de la Constitución, arrojan al fuego un muñeco de paja que representa a Judas Iscariote, el apostol que traicionó a Jesús, y con el que echan a las llamas todos sus males.
Esta tradición comenzó a celebrarse antes de la Guerra Civil. “Se sabe que es una costumbre muy antigua, pero se desconoce su origen exacto”, ha explicado Javier Caballero, concejal de Fiestas. Lo que está claro es que con matices diferentes es representada en muchos municipios de la zona. En Majadahonda llegó a existir una Judas mujer, que era quemada por la noche, junto con los fuegos artificiales, pero que “por un tema de ahorro económico desapareció”, recuerda Caballero.
Según explica el concejal de Fiestas “para algunos ‘La quema de Judas’ es una recompensa al esfuerzo que han hecho durante “los 40 días de Cuaresma, para otros es una especie de llamada a la buena suerte”.
Esta celebración va acompañada de una charanga, una traca de polvora y el reparto de limonada. La fiesta termina con un baile popular y con ella se pone fin a la Semana Santa majariega.
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