Jornadas en Las Rozas a favor de la integración laboral de los discapacitados

María Martínez de Mora

Los empresarios de la zona Noroeste se han reunido con compañeros e instituciones para reflexionar sobre la situación actual de las personas discapacitadas en el mercado laboral. El objetivo de estas Jornadas ha sido el de animar a las empresas de la zona a que cumplan la normativa vigente e incorporen a personas de este colectivo a sus actividades de trabajo. El encuentro ha sido organizado por la Confederación de Empresarios de Madrid Oeste (Cademo) y la Fundación Trébol, con la colaboración del Ayuntamiento de Las Rozas.

El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Trébol, Javier de Cendra, ha ocupado su turno de palabra en explicar el apoyo que dan a las personas con  discapacidad intelectual y en animar a los asistentes a contar con ellos para sumarse a sus equipos de trabajo.

La Fundación Trebol lleva en activo desde 1999. Es una entidad privada sin ánimo de lucro que trabaja para fomentar la autonomía de las personas con discapacidad intelectual y ayudarlas a integrarse en la sociedad y en el mercado de trabajo.

El alcalde de Las Rozas, José Ignacio Fernández Rubio, ha clausurado las Jornadas con un elogio a la iniciativa y sus participantes “por la buena disposición de los empresarios de la zona noroeste para colaborar en el acceso de estas personas al mercado de trabajo”, una de las claves ha señalado Fernández Rubio, “para lograr su plena integración en la sociedad”.

Legislación vigente

La integración laboral de las personas con discapacidad empieza en el artículo 49 de la Constitución. En este punto se da un primer apunte de lo que luego tomó forma en la Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de los minusválidos, conocida como `LISMI´.

En esta normativa, en el artículo 3, se establece que “las personas con discapacidad tendrán derecho a la integración laboral”. Punto que se complementa con el artículo 37 de la misma Ley, en el que la finalidad de la política de empleo con los trabajadores discapacitados será “su integración en el sistema ordinario de trabajo o, en su defecto, su incorporación al sistema productivo mediante la fórmula especial de trabajo protegido”.

Para aplicar la legislación al mercado laboral, la norma exige a las empresas con más de 50 trabajadores que cuenten con un 2 % de los puestos de trabajo para personas discapacitadas. Otra alternativa que establece la norma es la creación de centros ocupacionales, donde las personas pueden desempeñar una función.

Más tarde llegó la Ley 51/2003, del 2 de diciembre, la Ley de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad. En esta norma se vuelve a recordar el “el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad en el ámbito del empleo y la ocupación”.

En la actualidad, muchas empresas se han unido a la normativa y cuentan con este colectivo para sus equipos de actividades laborales. Pero el camino hacia la integración laboral no ha hecho nada más que empezar y según las organizaciones y asociaciones de personas con discapacidad, “aún queda mucho por hacer”.