Son las ocho de la mañana y suena el despertador en la residencia de la Fundación Magdalena. Comienza un nuevo día para 32 mujeres, a las que más tarde se unirán otras 10 en el centro de día. El objetivo para hoy es ser feliz.
Ese es el ideario de la Fundación Magdalena desde hace más de 30 años. Una entidad que nació en 1980 para cubrir y proteger a las personas con discapacidad intelectual y que hoy reivindica algo más para este colectivo. “Hemos avanzado muchísimo desde aquel concepto que había antes sobre estas personas. Solo importaba que estuvieran cuidadas, bien alimentadas, que no corrieran ningún peligro y casi un poco escondidas”, explica Paloma Soloaga, Responsable de Comunicación. “Por eso yo creo que escogió este sitio, que está un poco apartado”, añade.
La Fundación Magdalena se encuentra en una de las calles de la urbanización Monte Alina, en Pozuelo de Alarcón. Un lugar casi invisible para los que pasan por la carretera y poco transitado por los vecinos de la zona. “El sitio es maravilloso pero está un poco lejos de todo y yo creo que es por la mentalidad que se tenía entonces”, explica Paloma.
Según nos cuenta la Responsable de Comunicación de la Fundación, la mentalidad ha cambiado mucho desde que nació la entidad hasta ahora. “Hoy lo que buscamos es que vivan y que tengan una inclusión lo más normalizada posible. Que participen de lo que participamos todos. Que tengan su ocio, un puesto de trabajo digno, sus derechos y sus ilusiones”.
La entidad surgió de un grupo de familias que buscaban “un plan de futuro” para sus hijas. “Los padres estaban preocupados por lo que más preocupa siempre en estos casos, que es qué va a ser de mis hijas cuando yo falte”, cuenta Paloma. Se juntaron ocho familias y decidieron constituir la Fundación, en la que empezaron ocho chicas jóvenes. En el año 2000, la entidad hizo un concierto con el Gobierno regional y pasó a formar parte de la Red de centros para personas con discapacidad de la Comunidad de Madrid. En la actualidad son 42 mujeres.
Próximos objetivos
En los últimos años, la Fundación Magdalena cuenta con una red de voluntariado, gracias a la cual han podido dar un paso más. “Nosotros no queremos voluntarios que vengan y estén un rato con la persona con discapacidad para hacerle compañía”. “Buscamos personas que les den apoyo para que ellas hagan lo que les haga ilusión y quieran”, cuenta Paloma Soloaga.
La meta más importante para la Fundación es la inclusión social total. “Sabemos que es un proyecto muy ambicioso pero con la red de voluntariado estamos consiguiendo grandes avances”, señala. Las mujeres deciden lo que quieren hacer cada día. Ir al cine, a tomar algo a una cafetería o dar un paseo por el campo. El único límite son las obligaciones laborales y formativas, como cualquier persona. “Una de las mujeres es una apasionada del cine de terror y siempre tenía que ir a ver películas de amor, que no le gustan nada. Ahora puede ir con su amiga voluntaria a ver lo que ella quiera”.
El concepto de voluntario para la Fundación es algo más que eso. “Son amigos y ellos quedan con ellos para sus planes cuando y con quien quieren”, comenta la responsable.
El objetivo de la Fundación Magdalena para el día a día de estas mujeres es que “sean felices y decidan ellas mismas”. Una meta sencilla para la mayoría, pero que en ocasiones se ve truncada por los límites y las barreras de la ignorancia.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.